Saludos queridos lectores, este post va dedicado a todas aquellas personas que han pedido fervientemente por esto. Hoy les cuento qué son los dichosos puntos negros y cómo tratarlos en consultorio y en casa.

Punto negro, ¿qué es?

La piel está compuesta por tres capas, para evitar que se resequen se produce cierta cantidad de grasa en los poros. Cada poro contiene una glándula sebácea que está situada en la capa mas profunda, cuando estos poros se obstruyen se forma un comedón (que es un tipo de acné), la lesión primaria de este es lo que se conoce como punto negro.

¿Cómo se forman?

Se forman por una especie de masa de queratina y sebo que obstruye y dilata el canal del folículo piloso, que es por donde salen los vellos. 

NO son causados por suciedad o falta de higiene que bloquee los poros sino por una oxidación, que es una reacción química que ocurre cuando el sebo se encuentra en contacto con el oxígeno y la melanina al exteriorizarse. Se ven mas en la nariz porque hay mas poros en esta zona, que son más grandes que en el resto del rostro y por ende se produce más secreción sebácea.

Entonces ¿cómo puedo tratar este inesteticismo?

En consultorio podemos realizar peelings químicos de uso médico, el tipo dependerá del caso. También podemos utilizar Ozonoterapia intradérmica, ya que por su alto poder germicida ayuda a equilibrar el manto lipídico de la piel  y esto es ideal cuando hay presencia de acné.

Para el mantenimiento debemos realizar limpiezas de cutis una o dos veces al mes, profundas y con extracciones. Pero ojo, debe ser realizado por un profesional cosmetólogo, que no lastime la piel en el proceso. Por supuesto, no olvidar la rutina de cuidados en casa es muy importante. La limpieza con geles sin jabón es la recomendada (con un pH de 5 a 5,5), una buena hidratación y aplicación de protector solar, además de una dieta equilibrada que acompañe este proceso.

Por sobre todas las cosas ser estricto con los protocolos domiciliares que tu médico te ha indicado, los puntos negros son recurrentes cuando abandonamos los cuidados. La paciencia es la clave.

– Alma.