Un saludo estimado lector. En este post quiero hablarte un poco sobre la Vitamina C y sus beneficios en la piel. De seguro ya has oído hablar de este componente en los cosméticos del mercado, si no sabías la razón de este agregado aquí te lo cuento.
Antes que nada ¿Qué es la vitamina C?
El ácido ascórbico es un poderoso antioxidante. Neutraliza los radicales libres que aceleran el envejecimiento, ayuda a combatir la exposición a la contaminación y a los rayos UV. Todo el mundo ahora lo busca como si fuese oro ya que además aporta una increíble luminosidad.
Entonces ¿Cuáles son sus beneficios?
- Activa la síntesis de colágeno y es un reparador epidérmico (ayuda a reparar cualquier daño ya causado)
- Previene el daño en el ADN de las células y el envejecimiento inducido por la oxidación y el sol.
- Reduce la inflamación, alivia la irritación y calma el enrojecimiento. Ideal para pieles sensibles como las acneicas y con rosácea.
- Mejora las manchas solares y los problemas de pigmentación producidos por los rayos UV, trabajando para corregir y dar un tono de piel más uniforme.
- Refuerza la función de barrera de la piel al aumentar la producción de ceramidas y otros lípidos, manteniendo el nivel de humedad elevado para lucir una piel tersa.
- Aporta luminosidad al ser un exfoliante natural, produciendo una piel más uniforme. Muy útil en pieles secas.
- Ayuda a la piel oleosa ya que en concentraciones más altas ayuda a equilibrar los niveles de sebo en la piel.
Personalmente recomiendo los serums por la concentración del producto, unas gotas en la piel serán suficientes. Distribuír uniformemente por todo el rostro, cuello y escote. Según el grado de fotoenvejecimiento se puede aplicar a partir de los 21 años, pero en pieles jóvenes recomiendo el uso máximo de 2-3 veces por semana.
Si inicias este tratamiento no olvides acompañarlo con un buen protector solar para evitar la oxidación.
– Alma.